Rigoberto Quintana culminó sus estudios en arte en el Instituto Superior de Arte de La Habana, Cuba en 1989 tras un extenso programa que abarcó trece años. En 1993 se estableció en Puerto Rico y hasta el momento cuenta con más de diez exhibiciones personales y una veintena de colectivas, su obra es parte de las más importantes colecciones privadas y museos. Ha sido reconocido por la crítica local e internacional en publicaciones como Art Nexus, Art Forum , Arte al DIA y Flash Art como un artista prolífico y consistente por su participación en importantes muestras como Paradise lost en el Lowe Museum de Miami, Florida o Killing Time en Exit Art, New York, así como en numerosas ferias internacionales de arte contemporáneo. Su compromiso filantrópico le ha llevado a donar obras para causas benéficas como las del SIDA, niños pacientes de cáncer, subastas a beneficio del Museo de Arte Contemporáneo, etc. 

 Las obras de Quintana son arqueológicas ficciones de exuberantes universos visuales con gran despliegue técnico donde las imágenes apropiadas, resignificadas y transmutadas conforman una especie de barroquismo postmoderno que tiene como fuente la estética del graffiti, el tatuaje, el kitsch y el lenguaje mediático.  Quintana mezcla la lógica racional de las imágenes de manera arbitraria hasta disolver la realidad en excesos y repeticiones caóticas  de falsas identidades. En los formatos que elige el despliegue visual abarrota el espacio con imágenes transparentadas y traslapadas hechas con veladuras de color, scratchs y decoloraciones formando capas que actúan como metáfora inevitable de tiempo y memoria, donde el espectador se ve obligado a escudriñar en un infinito mundo de asociaciones y sorpresas.

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